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¿Puede tener mi bebé una hernia inguinal?

Dr. Juan Domingo Porras Hernández


¡Sí, hasta uno de cada 35 bebés puede tenerla! (1)


Una hernia inguinal es una comunicación anormal entre el abdomen y los genitales de un bebé por un defecto presente al nacimiento en la pared de la ingle.

Las hernias en los bebés son diferentes a las de los adultos: en un adulto, una hernia inguinal ocurre por una debilidad adquirida en la pared inguinal. En un bebé, ocurre por una comunicación en la ingle, presente al nacimiento, entre el abdomen y los genitales.

Esta comunicación se llama proceso peritoneo-vaginal. En los varones, representa el camino por el que descienden los testículos desde el abdomen hacia las bolsas escrotales. En la mujer, representa el camino por donde pasa el ligamento que fija el útero a los labios mayores.

En 9 de cada 10 bebés, esta comunicación está cerrada cuando se cumplen 9 meses del embarazo. En el resto, y especialmente en los recién nacidos prematuros, esta comunicación puede permanecer abierta, predisponiendo a una hernia inguinal.

Tu bebé puede tener una hernia inguinal si al hacer un esfuerzo como llorar, pujar, toser o hacer popó aumenta el tamaño de su región inguinal, y el tamaño vuelve a lo normal al desaparecer el esfuerzo.

Tu pediatra deberá revisarlo, tratando de reproducir el esfuerzo para demostrar el aumento de volumen o tocar un engrosamiento anormal en las estructuras de la ingle.

El diagnóstico se confirma con un ultrasonido de la región inguinal. Este es un estudio que carece de riesgo para tu bebé y, en manos expertas, puede demostrar con claridad la comunicación anormal en la ingle entre el abdomen y los genitales.

Las hernias inguinales no se curan con medicinas. Requieren forzosamente una cirugía para corregirlas. El especialista correcto para efectuar esta cirugía es un cirujano pediatra certificado.

Si el bebé no es prematuro y no tiene otros problemas de salud, la cirugía se hace en forma ambulatoria; esto es, el bebé está sólo unas horas en el hospital.

Se le aplica una anestesia regional con la que se duerme sólo la región del abdomen inferior y sus piernas. El riesgo de esta anestesia es menor al 4%, y está representado por alguna reacción anormal e impredecible del bebé a los medicamentos anestésicos.

La técnica que hasta ahora ha demostrado tener los mejores resultados a largo plazo –esto es, una tasa de éxito del 99% a más de 10 años-, es la cirugía abierta a través de una incisión pequeña de 2 a 3 cm en la región inguinal. Por esta herida se localiza la hernia, se separa de las estructuras de la ingle, y se cierra con hilo quirúrgico en el extremo superior donde se comunica con el abdomen.

Existen también técnicas de cirugía laparoscópica que en manos expertas pueden tener resultados en el corto plazo parecidos a la técnica abierta. (3) Sin embargo, hasta ahora no se han estudiado sus resultados a más de 10 años de la operación.

Cuando es de un solo lado, esta cirugía dura aproximadamente 35 minutos. Sus riesgos son menores al 4% e incluyen infección del sitio de la operación, la formación de una colección de sangre o líquido, y la hinchazón de la región inguinal o genital. Cuando la cirugía se efectúa correctamente, el riesgo de que se forme nuevamente la hernia es del 1% (4).

La recuperación de los bebés es excelente después de esta cirugía: la mayor parte tienen poco dolor. Si lo llegaran a tener, es fácilmente controlable con medicamentos sencillos.

La herida requerirá de cuidados muy simples por los primeros 7 días después de la operación: consisten en mantenerla cubierta y limpia.

¿Qué pasa si no se opera una hernia inguinal en un bebé? Existe un 12% de riesgo de que en cualquier momento, el intestino se quede atorado y atrapado dentro de la hernia, ocasionando que se abulte la región inguinal, se ponga muy roja, hinchada y dolorosa, ameritando el bebé una cirugía de urgencia (5).

Si sospechas que tu bebé pueda tener una hernia inguinal, platícalo cuanto antes con tu pediatra.

Si se confirma que la tiene, ¡tu bebé merece ser atendido y operado por un cirujano pediatra certificado!


 


 

Referencias:

1. Grosfeld JL. Current concepts in inguinal hernia in infants and children. World J Surg. 1989; 13: 506-515.

2. Pan ML, y cols. A longitudinal cohort study of incidence rates of inguinal hernia repair in 0- to 6-year-old children. J Pediatr Surg. 2013; 48: 2327-2331.

3. Steinau G, y cols. Recurrent inguinal hernias in infants and children. World J Surg. 1995; 19: 303-306.

4. Alzahem A. Laparoscopic versus open inguinal herniotomy in infants and children: a meta-analysis. Pediatr Surg Int. 2011; 27: 605-612.

5. Zamakhshary M, y cols. Risk of incarceration of inguinal hernia among infants and young children awaiting elective surgery. CMAJ. 2008; 179: 1001-1005.



Para saber más, puedes consultar el siguiente sitio en internet con información autorizada, confiable y fácil de entender sobre este tema:

http://www.pediatricsurgerymd.org (Sitio de la American Pediatric Surgical Association con información básica para el público en general sobre la hernia inguinal en niños).


El Dr. Juan Domingo Porras Hernández es cirujano pediatra, cirujano de tórax y endoscopista pediatra. Colabora en el cuidado integral de la salud de niños y adolescentes en Antala Kuné, en la ciudad de Puebla. Actualmente, participa en el desarrollo de la cirugía pediátrica en nuestro país como Coordinador del Comité de Evaluación del Consejo Mexicano de Cirugía Pediátrica.



Cuidamos integralmente la salud de niños y adolescentes para contribuir a construir una sociedad más sana

 

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